En las últimas décadas, ha habido cambios significativos en los desplazamientos de los estudiantes entre el hogar y la escuela. El uso del automóvil ha aumentado, a menudo como parte del viaje al trabajo de los padres, mientras que los desplazamientos a pie independientes han disminuido considerablemente debido a preocupaciones por la seguridad vial, el peligro de extraños y la falta de conciliación laboral y personal. Sin embargo, los desplazamientos a pie siguen siendo comunes, especialmente en Gran Bretaña, y son valorados por los niños debido a las oportunidades que brindan para la socialización, la actividad física y la independencia.
La forma urbana también influye en los desplazamientos escolares, ya que factores como el trazado de las calles, la densidad y la seguridad percibida en el vecindario influyen en la elección del modo de transporte de los padres. En el caso de nuestro centro escolar, las calles estrechas y la orografía del entorno dificultan el uso de medios de transporte alternativos como la bicicleta.
Aunque generalmente se cree que los padres determinan el comportamiento de los desplazamientos escolares, los niños también expresan preferencias por modos de transporte alternativos. Es importante tener en cuenta estas preferencias al promover desplazamientos a pie y considerar actividades que faciliten el uso de medios de transporte sostenibles.
Por lo tanto, nuestras acciones se centrarán principalmente en fomentar los desplazamientos a pie, aunque también se propondrán actividades que promuevan el uso de medios de transporte alternativos a los que dependen de fuentes de energía no renovables.